miércoles, 31 de diciembre de 2008

Brindo por un año diferente..


Anoche caminaba por las calles de mi nuevo barrio y vi gente con la mirada muy triste, algún sin techo durmiendo en los cajeros automáticos de algún banco, tristeza, mucha tristeza. De repente en mi móvil ingresaban los mensajes de saludos tradicionales: " ¡Que tengas un 2009 muy feliz.maja!", "Brindo contigo para que se realicen todos sus sueños", etc, etc...Pero no tuve ganas de responder a gente que ni recuerdo quien es, y que solo una vez al año les coge esa hipocresía culpable de acordarse de la lista que alguna vez cosechó.

Por eso hoy, solo están en mis recuerdos, todos aquellos que día a día la pelean por la vida,

Los que trabajan de sol a sol y no les alcanza el mango para llegar a fin de mes,

los que esta noche solo tendrán un trozo de pan y un té para calentar el estómago de sus hijos -sí, no seamos déspotas, ¡Hay gente que en el primer mundo no tiene para comer!-

Los niños que no tendrán un par de zapatos nuevos, ni un juguete porque tuvieron la desdicha de nacer en hogares pobres, las mujeres maltratadas porque la estupidez humana mira para los costados y no se entera de nada, las familias deshechas por la intolerancia de la época, los enfermos de sida ¡porque a todos nos puede tocar!, los que están solos porque todo lo dieron y hoy el destino les paga con el olvido.

Brindo por todos aquellos que sufren, para que la magia de la existencia les regale una pequeña sonrisa, una luz que les haga saber, que ellos, en este universo de mentiras que todos colaboramos para construir, en esta hecatombe que ya no distingue país ni religión, puedan seguir respirando y no pierdan la esperanza.

Y a mi familia, a la distancia, ¡fuerzas, todavía estamos vivos!

¡Feliz 2009!

martes, 23 de diciembre de 2008

Feliz Navidad para todos.







Aunque he abrazado la religión judía, de pequeña en mi casa se festejaba la Navidad. Recuerdo que era un día muy especial donde vería el enorme pino que mi tía tan primorosamente adornaba y lo colocaba en la entrada justo al lado de la puerta de acceso, hasta que llegaba toda la familia, entonces primos, abuelos y demás, nos reuníamos para la gran cena y luego el brindis al dar las doce. Enseguida cada uno marchaba a recoger su regalo que por algún lugar del árbol, andaba.
Los fuegos artificiales, la noche que se alargaba hasta el amanecer...toda una fiesta que ha quedado en mi memoria como parte de los recuerdos más bellos de mi vida.
Felicidades...para todos.
Patricia Silbert.