Cuando lo vi por primera vez me fijé en su hermosa sonrisa, me parecía tan....bella.
Después vi sus tantas inseguridades y le fui cogiendo cariño y mientras él soñaba con la próxima historia rosa donde volvería a derramar nuevas lágrimas, yo me iba por el mundo buscando vaya a saber qué, hasta que un día no hace mucho, quedamos para cenar y mientras yo observaba atenta sus comentarios divertidos, él me dijo:
-¿Me miras los ojos o la boca?
-Quizás ambas cosas- Respondí con mi acostumbrada picardía.
-Ah, porque tengo los dientes torcidos- Musitó sin que yo pudiese salir de mi asombro.
Moraleja: No tenemos que preocuparnos por ese defecto que seguramente nosotros solo vemos, porque cuando alguien se enamore de ti.....verá solo tu sonrisa.
Con cariño, tu hadita chiquitita.