martes, 27 de noviembre de 2007

PARÍS, UNA VENTANA A LOS SUEÑOS...


Este fin de semana pasado salí casi huyendo de Barcelona, quería ir a París y allí llegué. Su magia es tan pero tan deliciosa, que ya desde el momento que te sientas en uno de esos bares con su distinguida elegancia, sientes que te transformas. Explicar lo que los ojos abrazan con la transparencia del alma, a veces se ve hasta absurdo, por eso si no habéis ido nunca, cualquier día es el momento.Yo tenía una deuda pendiente con el destino, pero las señales fueron llegando en tiempo y forma para que hoy, después de pelearme con mi pluma desde hace algún tiempo, pueda comprender que tengo que sentarme a re-escribir, aquélla novela inédita, la primera que alguna vez fui capaz de crear y que di en llamar "Tratado para dos silencios"- ambientada en época en el París de los años cincuenta, donde el amor con besos se escribía- Quizás así me siento hoy, por eso desencajo en cualquier contexto que pretenda aprisionarme en esta cárcel consumista de la que pronto escaparé.París, sin las galería Lafayette y el mercadillo para el turismo, sería el mundo ideal.

A bien tôt...

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