viernes, 17 de agosto de 2007

Catalunya, el peor servicio del mundo, ¡doy fé!


No se que pensarán los catalanes cuando, por ejemplo, una se sube a un taxi, tengo entendido que lo pago yo, de mi bolsillo y por tanto me pertenece el derecho a elegir. Elegir no escuchar la emisora de fondo del servicio de radio-llamadas, elegir escuchar o no la radio, elegir que me respondan cortésmente. Del mismo modo cuando entro a un bar, intento hacer uso de mis derechos, a ser bien tratado, a que el café esté caliente, a que la comida sea la adecuada, en fin, todo esto ¡porque pago! Y me viene en gana que ¡me traten bien!
Pero parece que los catalanes ni se enteran de esto y vaya insensatez, porque del turismo vive esta bendita ciudad. Vergüenza, eso es lo que me provocan, una enorme vergüenza ajena.
Creo que da igual si se enteran o no, total, pasarán algunas décadas y no habrá más catalanes...benditos extranjeros, o de otros lugares de España, poblad, os suplico, poblad...
(Lamento, a quien no le guste mis comentarios, pero es la maldita verdad)

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